Me desperté junto a él, estábamos juntos. Pegajosos, mojados, abrazados. Era todavía de día o era de nuevo de día. No lo sé. ¿Cuántas veces? No lo sé.
Y ¿quién es él realmente? No lo sé. Tiene el pelo negro y mientras me toca nunca se quita los guantes rojos.
Mi cuerpo es como un ojo por delante y por detrás. En cada poro, ampollas de placer. Se abren. Estallan. siento partes de mi cuerpo que no sabía que existían. No sabía que yo era tan honda ni que estaba tan vacía. Mi cántaro estaba ansioso de tu agua. Una y otra vez. Una y otra vez.
Los ojos cerrados.
Mi vacío eran inmenso, pero tu alma también.
Aunque seamos malditas.
Eugenia Rico.
12 jun 2010
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Por favor y gracias.
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Nubes
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*O*
ResponderEliminarWAAW!
Besazos desde París!
P.D: Gracias por haberte pasado :)
Mi vacío era inmenso, pero tu alma también.
ResponderEliminarwowww.! que estés genial :)
Inmensas palabras llenas de sensaciones.
ResponderEliminarSaludos nuevos.
no hay nada mejor que encontrar a alguien
ResponderEliminarcon quien llenar el alma :)
vaya pasion!
ResponderEliminarDios, ha sido maravilloso. Una manera dulce y especial para describir algo tan íntimo. Eso es hacer el amor y lo demás son tonterias :)
ResponderEliminarqué bueno por dios... O_O
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEl alma ajena es perfecta para llenar estos vacíos, aunque mayoritariamente solo sirve de placebo.
ResponderEliminarUn miau cariñoso ;)